Lunes 24 de agosto de 2015
La preocupación por una desaceleración de la economía de China provocó este lunes una de las peores jornadas financieras de los últimos tiempos, que reaviva los temores de que se pueda repetir el colapso financiero que estalló en 2008.
El desplome de las bolsas asiáticas arrastró a los mercados europeos y a Wall Street que sufrieron severas pérdidas.
En ese conexto, el Dow Jones, el principal indicador de la bolsa de Nueva York, llegó a perder un 6.6% en los primeros cinco minutos de la sesión, pero posteriormente pudo amortiguar su desplome y estuvo cerca de alcanzar un nivel positivo, aunque en la última hora recuperó parte de su caída y terminó 588.47 puntos.
En una sesión muy turbulenta, el Dow Jones cerró con 15,871.28 enteros, un caída del 3.6%. El selectivo S&P 500, el indicador preferido por muchos operadores, bajó un 3.9%, hasta 1,893.21 puntos, y el índice compuesto del mercado Nasdaq terminó con un retroceso del 3.82%, hasta las 4,526.25 unidades.
Estos datos colocan a los tres indicadores camino de cerrar el mes con el peor descenso mensual desde hace más de seis años, cuando en Estados Unidos estalló una crisis financiera que tuvo graves repercusiones en el resto del mundo.
La sesión de este lunes en Wall Street fue muy volátil. El índice que mide la inestabilidad de los precios y que se asocia con las señales de pánico en el mercado llegó a tener una variación cercana al 50%, el mayor nivel en al menos cuatro años.
El Dow Jones llegó hasta el nivel más bajo en el último año y medio y terminó con un resultado que está muy por debajo de los 18,323.39 puntos del récord alcanzado al cierre del 19 de mayo pasado. El Nasdaq, por su parte, terminó con el nivel de hace siete meses.
Todos los sectores en Wall Street cerraron la sesión en negativo, liderados por el energético (-4.9%) y el de materias primas (-4.7%), castigados por un nuevo desplome del precio del crudo en los mercados internacionales.